La guerra de las “Colas” y la Reforma Fiscal

Hace unos días fui a comer a conocidísima franquicia bisquetera y mi sorpresa fue que al pedir una coca-light, (vicio que ya sé tengo que corregir) me dijeron que ya no trabajaban productos de “Coca”, sólo “Pepsi” y no es que yo tenga nada a favor o en contra de las refresqueras, pero cada uno tiene sus preferencias eso que ni qué.

Lo mismo pasa con las cerveceras, la competencia por los mercados podríamos decir que es casi brutal, lo mismo el pique que hay por obtener la exclusividad en las franquicias y como siempre los consumidores finales somos los últimos a quienes nos toman en cuenta y mucho menos nos consultan.

Ya no diré la lucha por obtener patrocinios de eventos musicales, culturales, deportivos y espacios “públicos”.

Hace algunos años, uno de los trabajos que he tenido el mayor placer de asesorar fue precisamente un análisis sobre la competencia que se antoja ancestral de Pepsi y Coca, mis alumnos (Dieter y Martín) investigaron a conciencia (incluida yo) sobre la historia de las refresqueras y fue altamente satisfactorio el resultado de su proyecto.

Bueno, ¿qué puedo decir?, como mamá gallina vi llegar hasta mi a dos alumnos muy creativos y  con muchas ideas y nada de estructura, con miedo a hablar en público y con muchos vicios de dicción y en el proceso los vi “crecer”, los vi cambiar de postura, aprovechar sus hermosas voces y de ahí hasta la presentación final en la que se destacaron como dos profesionales (que ahora son y me siento orgullosísima de ellos)

Pero, ese es otro tema, sólo que me acordé ahorita por lo que estaba queriendo compartirles lo que me dejó un mal sabor de boca (aparte de la Pepsi-light) fue ese sentimiento de que nosotros los simples mortales nos tenemos que comer o tomar algo, según decidan los dueños y franquiciatarios  de los negocios.

Y nos sentimos como si nos impusieran algo, hasta aquí me dirán, bueno pero si no te gusta, no vayas a X lugar, el problema es que me gusta el lugar o la comida, un ejemplo es que hace meses que no voy a conocida hamburguesería King, (además de por la dieta) simplemente porque no tienen el refresco de mi preferencia.

Bueno, todo esto es una sucesión de ideas que se agolparon en mi cabeza cuando escuchaba las noticias sobre la propuesta de “Reforma fiscal en México” me llamaron la atención varios datos, los alimentos para mascotas, todo parece indicar que no se consideran “alimentos” (ques’que no son para consumo humano) y se pretende que paguen el 16% de IVA, pues si esto prospera, ya volverán muchas mascotas al viejo régimen de retazo, sobras y tortillas (lo siento por mi gatita Diva, que como se parece a su dueña, es melindrosa con la comida)

Entiendo la idea de que pagar impuestos, pero las reformas fiscales, invariablemente a la que le pegan es a la clase media y no consuman la idea de “que pague más el que gana más”, porque aquí aplica “que el que gana más deduce más” y al final los paganos somos los de siempre.

Entre lo otro que se pretende gravar está el chicle (que porque no es alimento, yo: ¿qué, no es alimento?), los espectáculos públicos, congresos y exposiciones (excepto teatro, circo y cine, nomás faltaba), casas (compra-venta, hipotecas y renta), colegios privados (pa’ eso hay educación pública, pos’estos), autobuses foráneos y gasolina (no se espanten la gasolina nomás 6 centavos al mes), y para los que invierten en la Bolsa también, para los que empeñan oro también (como los que empeñan son los más ricos ¿no?)

A ciencia cierta y no quiero que suene a queja, pero estoy de acuerdo con que haya menos deducciones, estoy de acuerdo con la desaparición del IETU (Impuesto Empresarial de Tasa Única)  y el terriblemente tonto IDE (Impuesto a los Depósitos en Efectivo).

También estoy de acuerdo con que se graven el alcohol, la cervezas y los cigarros (o que no se les quite el impuesto) y que se continúe con la iniciativa de cobrar un impuesto especial a las bebidas saborizadas con azucares añadidas.

Propuestas:

Y aquí va mi propuesta, yo propongo que se aplique este impuesto especial (mismo que a las bebidas saborizadas) a todos los productos que contengan transgénicos, sobre todo a los alimentos, pero me temo que mi propuesta no va a prosperar porque de entrada no hay una ley que regule a las empresas para divulgar el contenido transgénico de sus productos. Así que tendríamos que esperar primero eso. (Creo que esperaré sentada)

Y mi segunda propuesta es que los restaurantes y franquicias (así como las de muy alto nivel) puedan ofrecer un abanico más amplio en la oferta de bebidas tanto refrescos como cervezas. (Creo que también en esta propuesta esperaré sentada y mientras seguiré bebiéndome lo que tengan a bien venderme y no lo que a mí se me dé la gana tomarme)

Ya sé que mis dos propuestas no son viables, ¿Ya ven por qué no me dedico a la política? Mejor me dedico a mis titiringas.

Les dejo una información interesante (Tómenla con reservas)

¡No más basura!

En los últimos años he sido parte de los miles de personas que se preocupan por cuidar o por lo menos no dañar más el medio ambiente.

Durante mi proceso de reaprendizaje, tanto de la forma como compramos así como de la manera de tirar nuestros deshechos, me he dado cuenta de la poca o nula información que tenemos al respecto.

Lo básico que nos enseñaban, tanto en casa como en las escuelas, se limitaba a decirnos dos frases muy importantes, la primera es “No tires la basura en la calle o en el piso” y la segunda “Tira la basura en el bote o cesto”. Ahora las escuelas tienen una serie de materias y contenidos que tienen que ver con el medio ambiente.

Hasta aquí vamos bien, a algunos  de nosotros si se nos quedó en la cabeza lo que aprendimos y lo cumplimos cabalmente. Aunque hay una gran cantidad de personas a las que deberíamos de repetirle las frasecitas más fuerte o con más frecuencia. No saben las veces que he visto a personas tirar basura en la calle y me dan unas ganas de gritarle con todas las fuerzas: ¡Ceeeeeerdoooooo! (Confieso que en alguna ocasión lo he hecho o decirle en tono muy molesto a alguien que se le cayó algo)

La verdad es que no cuesta mucho trabajo separar los productos desde casa, en muchas ciudades del mundo tienen años haciéndolo, la ciudad de México se acaba de integrar al sistema de separación de sólidos y desgraciadamente es frecuente la queja de muchas personas sobre que  los camiones o carritos recolectores ponen toda la basura en el mismo lugar, excepto algunos, que son los menos, tienen dos compartimentos separados.

Sin embargo, aunque tienen razón, cuando le doy al recolector periódico y cartón, limpio y separado, lo ponen en un lugar aparte, lo mismo pasa con las botellas de plástico (PET), de esta manera evitamos que ese material se vaya al tiradero, donde los pepenadores van a sacarlo y será reciclado  siempre y cuando esté limpio, al separar ya ahorramos un paso en el proceso.

 

Reducir, Reutilizar y Reciclar

El logotipo internacional del reciclaje, son las 3 flechas que parecen estar girando y se llama círculo Mobius (o Moebius). Está presente en todos aquellos productos que se pueden reciclar, que ya han sido  reciclados o que son biodegradables y las flechas corresponden a las llamadas 3R: Reducir, reutilizar  y reciclar.

Reducir

Podemos empezar desde antes de llegar a casa, tratar de no comprar lo que sea innecesario, que tenga un solo uso o un empaque no amigable con el ambiente y con nosotros mismos.

Pero también hay que reducir a la hora de descartar los productos. Separar y aplastar las botellas de plástico, desdoblar las cajas de cartón, separar el papel y el periódico, aplastar los envases de tetra pack, además de reducir es un buen ejercicio anti-stress.

Comprar pilas recargables o mejor aún al comprar aparatos o electrónicos fijarse que no necesiten pilas o que tengan un bajo consumo de corriente.

Evitar comprar platos y vasos desechables o descartables. En la medida de lo posible, no comprar  productos envasados (en charolas de unicel o poliestireno) y en caso de hacerlo comprar una cantidad mayor y no varias charolas. Lo mismo pasa con las bebidas, procurar que sean de tamaño grande y no varias botellas individuales y si podemos, mejor comprar bebidas en envase de vidrio, son más caras, pero menos perjudiciales para la salud y también se pueden reciclar.

Llevar una bolsa de tela para cargar los productos que compremos en el súper o el mercado, si podemos rechazar todas las bolsas de plástico que nos den (aunque sean de plástico reciclado) es mejor.

Hace unos días leí sobre una pareja en Estados Unidos, que durante todo un año ha decidido no comprar ni llevar a casa nada que sea de plástico y ha resultado toda una batalla lograrlo. La dirección del blog es: http://nonewplastic.com/

Reutilizar

Se pueden volver a utilizar algunos productos o materiales varias veces. Como las cajas de cartón, papel, telas, frascos y botellas de vidrio, algunas latas o botellas de plástico y sobra decir que son de los materiales que ocupan más espacio en la basura. La mayoría puede tener una segunda vida útil.

(Mi hermana usa las botellas de 600 ml. para poner leche, licuado o jugo o etc. para que mi cuñado se las lleve al trabajo, porque si lleva algún otro tipo de recipiente casero, lo más probable es que lo olvide en la oficina y se quede ahí hasta que haya cultivado vida propia en su interior).

Una recomendación: Evitar guardar sustancias corrosivas, venenos, limpiadores, gasolina, etc. porque llegan a causar accidentes muy graves en niños.

Hay una polémica en cuanto a la reutilización de productos de plástico como botellas,  es mejor comprar y reutilizar las botellas de Poli Tereftalato de Etileno o Poli Etilen Tereftalato  mejor conocido como PET (plástico transparente) que están marcadas con el número 1 (en medio del círculo Mobius)

En general los productos marcados con los  números 1, 2, 4 y 5 se pueden considerar seguros, evita los que están marcados con los números 3, 6 y 7 que pueden contener sustancias químicas nocivas para la salud como el Bisfenol A (PBA), PVC o poliestireno.

También en el rubro de reutilizar, podemos incluir reparar o reacondicionar, como los electrodomésticos, los muebles, el calzado o la ropa, esta práctica nos estaría ahorrando dinero y se descartarían menos cosas.

Otra forma de reutilizar es donar los productos, en buen estado, a otras personas (muebles, cortinas, ropa, zapatos, medicinas, libros, etc.)

Reciclar

Se trata de entrar en la cadena para utilizar los materiales varias veces, llevarlos a los procesos naturales o industriales para hacer los mismos o nuevos productos.

Un ejemplo de reciclaje natural sería hacer composta, que sería deseable, pero es complicado por tiempo y espacio. Pero si tienes un jardín en casa o cercano, puedes reciclar las cáscaras de fruta o verdura enterrándolas para hacer abono, es muy importante enterrarlas, para no generar otro tipo de fauna nociva.

En cuanto al reciclaje industrial, es importante participar en el mecanismo de recolección para que puedan cumplir con el proceso de reciclado.

Los metales, incluyendo el fierro, se pueden revender y tener otra vida útil, el aluminio de las latas de refresco es 100 % reciclable.

Hay centros de acopio especializado para los envases de tetra pack y similares. Lo mismo para las pilas y celulares que son altamente contaminantes y se deben llevar a centros de recolección específicos (en Costco y Oxxo hay contenedores).

En la siguiente dirección puedes buscar los centros de acopio de diversos materiales: http://www.biodegradable.com.mx/

A veces sólo es cuestión de movernos un poquito para cambiar las cosas, ya sea ir a los centros de recolección, separar la basura adecuadamente o dejar de comprar cosas hechas de materiales que perjudiquen el medio ambiente.

Yo no soy verde, pero me preocupa la clase de mundo en el que vivimos y el que vamos a heredar a las siguientes generaciones.